(Foto: Especial) |
La gestión de Barack Obama en la
presidencia de Estados Unidos está a punto de terminar. En la mayoría de los
medios de comunicación alrededor del mundo se proyectan retrospectivas,
resúmenes y programas a manera de despedida, casi siempre marcados por un halo
de nostalgia, añoranza y tristeza que casi gritan que se quede ante la llegada
del infame Donald Trump a la Oficina Oval.
Hay una tendencia dominante de presentar a Obama como un gran presidente que cambió el rumbo de los Estados Unidos, un mandatario ideal, un líder con "humanidad", un gobernante "bueno". ¿Pero qué tan cierto es todo esto que vemos una y otra vez en los grandes medios de comunicación?
Barack el carismático
¿Cómo no amar a los Obama? Barack,
su esposa Michelle y hasta sus hijas conquistaron simpatías no sólo en EU, sino
en todo el mundo. Cómo no iba a ser así si los Obama encarnan en buena medida al
“Sueño Americano”, los típicos personajes de origen humilde que llegan hasta lo
más alto.
La familia Obama conquistó simpatías en todo el mundo. (Foto: Especial) |
Barack Hussein Obama II es visto
como un “hombre modelo”. Nacido en el seno de una familia hawaiana,
logró estudiar en la Universidad de Columbia y en la prestigiosa escuela de
Derecho Harvard. Tras practicar la abogacía, buscó ser representante sin éxito,
hasta que en 2004 llegó al senado. Después decidió buscar la candidatura a la
presidencia por el partido Demócrata, donde, contra todo pronóstico y a pesar
de la poca experiencia que señalaban sus rivales, logró vencer en la interna a
Hillary Clinton y luego al republicano John McCain, convirtiéndose en el primer
presidente afroamericano en la historia del país el 20 de enero de 2009.
Obama se volvió en un hito de la
historia norteamericana. Por fin y después de una historia marcada por el
esclavismo, la segregación y el racismo, un afroamericano ocupaba el máximo
cargo político de EU por la vía democrática. En teoría, los estadunidenses
habían logrado derrotar en las urnas a sus antiguos demonios de discriminación.
En 2008, EU y el mundo vivían una de las crisis
capitalistas más grandes de la historia, las empresas quebraban, el desempleo
crecía, la gente no podía pagar sus hipotecas y perdían sus propiedades; había
miedo, pánico, incertidumbre. En ese contexto, Obama logró aglutinar a su favor
toda la inconformidad que dejó el mandato del republicano George W. Bush. Sobre
la palabra “cambio” construyó su campaña para explotar la frustración que el
norteamericano promedio sentía contra un sistema que le había dado la espalda.
Obama se convirtió en un símbolo de esperanza.
En su primer campaña rumo a la presidencia, Obama se convirtió en un símbolo de "cambio" y de "esperanza". (Imagen: Especial) |
Además rompía el molde del típico
político norteamericano agrio, vetusto y conservador. Casi a todo el mundo
agradaba. Hombre alto, jovial, esbelto y atlético; hábil para el baloncesto y el baile;
un buen orador con gran capacidad para la improvisación; poseedor de un buen
humor, gracioso, ocurrente, fresco; sencillo, amable, caballeroso y cordial; tipo de sonrisa
franca que nunca negaba un saludo a nadie y se despedía chocando el puño
cerrado con jardineros o personal de limpieza. Un encanto.
Por su carisma y espontaneidad, Barack
se convirtió en una especie de rockstar
de la política; sus memorables discursos, sus ocurrentes declaraciones y divertidas apariciones públicas lo convirtieron un icono pop que inspiraba memes y mash-ups.
Barack, un icono pop, un rockstar de la política. (Fotos: Especial)
Michelle LaVaughn Robinson es la
pareja ideal. También fue estudiante brillante de
derecho graduada de Princeton y Harvard. En el despacho de abogados Sidley
Austin en Chicago conoció a su futuro esposo Barack Obama y el resto es
historia. Al igual que Barack, Michelle es alta y esbelta; amante del baile y
el fitness; gran oradora con igual
capacidad de improvisación que su marido; igualmente sencilla, carismática y amable, ganó la
simpatía de buena parte de los norteamericanos cuando aparecía en los talk shows; su estilo de vestir fue
referente en el mundo de la moda. Otro encanto para robar corazones.
Michelle, la pareja ideal de Obama. (Fotos: Especial)
Hasta sus hijas eran motivo de
admiración y cariño. Malia Ann y Sasha Obama fueron referente de trabajo duro
más allá de la influencia de su padre. Malia trabajó el año pasado haciendo
prácticas como ayudante en la serie de televisión 'Girls' y Sasha acaparó la
atención de los medios por su trabajo de verano como cajera en un restaurante.
En familia, los Obama siempre
proyectaron una imagen austera, de sencillez y cercanía con la gente que les
ganó una aprobación generalizada.
Los Obama siempre proyectaron una imagen fresca, espontánea,
de sencillez y cercanía con la gente que les ganó una aprobación generalizada (Fotos: Especial)
Obama no sólo es carismático, también tuvo momentos destacados como habitante de la Casa Blanca. Debe reconocerse
que heredó una tasa de desempleo de casi 8% de Bush y que a su salida será de
5%; que en su gestión se crearon casi 11 millones de empleos; que saludó con
beneplácito la decisión de la Corte Suprema de legalizar este el matrimonio
entre personas del mismo sexo en todos los estados del país y que rehabilitó las
relaciones diplomáticas con Cuba.
Se destaca también que el Obama Care (aunque aún como servicio mayormente
privado) hizo más accesible la salud a 16.5 millones de personas (pero aún hay
27.3 millones de personas en EU sin seguro sanitario).
Hasta aquí todo es miel sobre
hojuelas.
Obama y la continuidad
del sistema
Pero bajo el estilo sencillo, alegre y
desenfadado de Barack, no hubo gran diferencia en la forma de gobernar con sus
antecesores. Obama continuó la tradición imperialista de los presidentes
norteamericanos, su gestión fue sumamente belicista, al servicio de los
grandes capitales y altamente hostil con los países que no se rinden a sus
políticas de saqueo.
Hay que empezar desmitificando el origen humilde de Barack. Su padre fue agente de la CIA y su abuela fue la primera mujer en ser vicepresidenta del Banco de Hawái en Honolulu. Los diversos contactos de su familia le permitieron avanzar rápido en la estructura política y financiera estadounidense, cuyas élites lo respaldaron a lo largo de su carrera y luego gozaron de su protección durante su estancia en la Casa Blanca.
Hay que empezar desmitificando el origen humilde de Barack. Su padre fue agente de la CIA y su abuela fue la primera mujer en ser vicepresidenta del Banco de Hawái en Honolulu. Los diversos contactos de su familia le permitieron avanzar rápido en la estructura política y financiera estadounidense, cuyas élites lo respaldaron a lo largo de su carrera y luego gozaron de su protección durante su estancia en la Casa Blanca.
La pobreza y la abismal
desigualdad
A pesar de los delirios de grupos
conservadores que lo llegaron a llamar “comunista”, en los ocho años que Barack
Obama estuvo al frente de la presidencia estadounidense nunca estuvo en riesgo
el sistema capitalista neoliberal que provocó la gran crisis de 2008 y que en
buena medida lo llevó a la presidencia. Ni un solo banquero o especulador
responsable de aquel quebranto terminó en la cárcel ni el sistema económico
sufrió modificación alguna, al contrario, la desigualdad en Estados Unidos llegó a cifras récord que alcanzaron niveles que no se veían desde la crisis de 1928.
En Estados Unidos el 1% de la población posee el 40% de la riqueza, mientras que el 80% de la población posee sólo el 7%. Entre 45 y 50 millones de estadounidenses viven en la pobreza, de los cuales casi 21 millones están en pobreza severa.
Obama deja 3.3 millones más de pobres de los que había en 2008.
En Estados Unidos el 1% de la población posee el 40% de la riqueza,
mientras que el 80% de la población posee sólo el 7%. (Foto: Especial)
mientras que el 80% de la población posee sólo el 7%. (Foto: Especial)
Buena parte
de la ciudadanía estadounidense tenía la percepción de que el sistema económico
vigente les había arrebatado el bienestar de antaño, que las empresas que le
dieron gloria al “Sueño Americano” estaban quebradas o habían migrado a otros
lugares en busca de mano de obra más barata y que perdieron el empleo porque la
empresa que les dio trabajo toda la vida se mudó a operar a Asia. Las políticas
neoliberales que Obama respaldó le abrieron la puerta al discurso proteccionista
y nacionalista de Trump. Trump es parte del legado de Obama.
Muchos estadounidenses sintieron que el "Sueño Americano" había terminado. (Foto: Especial)
El monto actual de la deuda pública
de EU es de 19.9 billones de dólares, que con Obama tuvo un aumento del 87%,
según cifras oficiales, lo que significa que la deuda pública estadounidense
supera el 100% del PIB del país (una de las más altas del mundo), con el
público e instituciones domésticas como principales acreedores y China como
mayor tenedor extranjero.
La discriminación no
cesó
Al ser un presidente de origen
afroamericano, de Obama se esperaban avances sustanciales contra la
discriminación, pero en los últimos años de su gestión, pareciera que la discriminación
se recrudecía.
Claro que no se puede culpar a Obama
de la escalada de discriminación, pues es un problema histórico en EU que tiene
por paradigma la supremacía blanca, pero sus estrategias para enfrentarla y
revertirla fueron, cuando menos, insuficientes.
Según el Bureau of Justice
Statistics, la probabilidad de que un afroamericano vaya a la cárcel durante su vida es 32%, mientras la de un blanco es 6%; los negros reciben en promedio sentencias un 10% más largas que las de los blancos por cometer exactamente los mismos delitos; en Nueva York el 80% de las requisas policiales se les practican a negros y latinos, mientras que sólo un 8% de la población blanca es sujeto de estas prácticas; 27 mil dólares anuales es la diferencia de
ingresos promedio entre blancos y negros.
Poco importó que la Casa Blanca
fuera ocupada por una familia afroamericana: Minnesota, Luisiana y Misuri
fueron estados que estuvieron en el ojo del huracán por las grandes protestas
que provocaron abusos policiales contra la comunidad negra. Las revueltas en
Ferguson se convirtieron en un símbolo de resistencia. El movimiento Black
Lives Matter levantó la voz más alto que el mismo Obama para exigir fin al
racismo.
El movimiento Black Lives Matter levantó la voz más alto que el mismo Obama para exigir fin al racismo. (Foto: Especial)
Conservación del Estado
Policial
Hablando de Estado Policial y
violencia interior, Obama tampoco redefinió el panorama. Estados Unidos
continuó siendo un país en el que los tiroteos y asesinatos son cosa de todos
los días y en el que la policía actúa con asombrosa brutalidad y sin el menor
respeto a los procedimientos legales y los derechos humanos: tan sólo en 2016, la policía misma asesinó a mil 153 ciudadanos norteamericanos, cifra que no
tiene paralelo en ningún país desarrollado.
Con Obama también se instauraron
los programas de espionaje político y ciudadano más grandes de la historia
estadounidense, estrategia que ni George Orwell pudo haber concebido en sus peores pesadillas. Sin importar si se trataba de países rivales o aliados, periodistas
incómodos o ciudadanos comunes, Estados Unidos desplegó una colosal estrategia de espionaje con capacidad para vigilar 5 mil millones de teléfonos celulares en el mundo a través de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y la Agencia
de Seguridad Nacional (NSA), violando leyes y el derecho a la privacidad en todo el mundo.
En la gestión de Obama no sólo es
espió como nunca antes, también inició una cacería en contra de activistas e
informantes que revelaban las estrategias de espionaje gubernamental y los
abusos del gobierno estadounidense, los casos más representativos fueron el de
Edward Snowden (quien revelara los programas de vigilancia masiva PRISM y
XKeyscore) y el de Julian Assange (cofundador del portal Wikileaks).
En materia migratoria, la reforma
de Obama se quedó muy por debajo de las expectativas y fue al final de cuentas
un fracaso. Aunque ahora se pone mucha atención al discurso de odio y las
amenazas de Trump sobre deportaciones masivas de migrantes, se habla poco de
que en los hechos Obama ha sido el presidente que más migrantes ha desterrado
en la historia estadounidense, en su gestión fueron deportados casi 3 millones de migrantes. En varios sectores de la comunidad latina, Barack Obama es
conocido como el “Deportador en Jefe”.
(Imagen: El Financiero)
Obama ha sido el presidente que mayor número de migrantes ha
deportado en la historia de EU. En la comunidad latina se
le conoce como el "Deportador en Jefe". (Imagen: Reuters)
le conoce como el "Deportador en Jefe". (Imagen: Reuters)
8 años de guerra
Uno de los rasgos distintivos de
Estados Unidos es su política exterior, siempre hostil con los países que no se
ciñen a sus caprichos o se resisten a entregar sus recursos y abrir sus
mercados. Obama, a pesar de sus promesas, no fue la excepción y continuó la
vocación belicista e imperialista yanqui.
EU sigue destinando la mitad de su presupuesto total nacional en gasto militar y es por mucho el país que más gasta en la milicia en todo el mundo con 596 mil millones de dólares, un 36%
del total mundial, según las cifras del año 2015.
EU siguió gastando más de la mitad de su presupuesto nacional en la milicia. (Imagen: Especial) |
Durante la gestión de Obama,
Estados Unidos continuó el asedio a países con gobiernos opositores a sus
políticas, como el caso de Ecuador, Venezuela, Brasil y Argentina, donde ha
desplegado diversas estrategias que van desde el espionaje al patrocino de las oposiciones locales y sabotajes económicos.
En países con gobiernos alineados
a EU se han impulsado reformas para entregar recursos y liberar mercados a modo
de las empresas norteamericanas, como el caso de México, donde se reveló que la
entonces secretaria de Estado, Hillary Clinton, fue coautora de la Reforma Energética privatizadora que impulsó el gobierno priista de Enrique Peña Nieto. El equipo de la ex secretaria de Estado definió un acuerdo de
apertura del sector energético en México que resultaba beneficioso para las
grandes petroleras internacionales, como Exxon Mobil, Chevron y BP.
EU intervino en la Reforma Energética del gobierno de Enrique Peña Nieto en México. (Foto: Especial) |
Apenas tenía unos meses de
gestión cuando el 9 de octubre de 2009, en medio de una gran polémica y
críticas, a Obama le fue concedido el Premio Nobel de la Paz por “sus esfuerzos
diplomáticos en pro del desarme nuclear y la consecución de un proceso de paz
en Oriente Medio”. Para muchos, la elección de la Academia Sueca parecía uno de
esos premios que se entregaban, no para reconocer la labor, sino para
comprometer al personaje galardonado, pero Obama no estuvo a la altura.
Aunque casi al final de su
gestión Obama firmó y luego ratificó el acuerdo ambiental de Paris, Estados Unidos nunca firmó el Protocolo
de Kyoto, y sigue siendo el que más emisiones contaminantes arroja cada año a
la atmósfera. En desarme nuclear, sigue siendo la segunda nación con mayor
número de ojivas nucleares, mientras exige a otros países desarmarse.
En Ucrania, EU y la OTAN apoyaron
a un movimiento ultra derechista con tintes neonazis para derrocar al gobierno que se resistía a unirse a la UE y para incrementar su presencia
militar cerca de la frontera con Rusia.
Pero donde Obama tuvo su gran
baño de sangre fue en el norte de África y Medio Oriente. Irak, Afganistán, Libia, Palestina, Yemen
y Siria sufrieron la injerencia directa o indirecta del fuego
norteamericano.
Cuando asumió el poder, Obama
prometió poner fin a las guerras que heredó de su antecesor, pero abandonará la
Casa Blanca habiendo sostenido guerras más tiempo que Bush o que cualquier otro
presidente norteamericano. Con el pretexto de continuar con la llamada “Guerra
contra el terrorismo”, Obama siguió con la tradición estadounidense invadir
países para arrebatarles sus recursos naturales, especialmente el gas y el
petróleo.
Uno de los pilares del discurso
de Obama durante su primera candidatura rompía con el legado de Bush: la
promesa de retirar las tropas estadounidenses en Irak y Afganistán se convirtió
en un enunciado recurrente en sus apariciones públicas, pero a pesar de que en
2011 sacó a la mayor parte de soldados estadounidenses, para 2016 había aún 4 mil 087 efectivos en Irak y 9 mil 800 en Afganistán.
Niños huyendo de los bombardeos en Afganistán. (Foto: Especial) |
Obama tomó la estafeta de Bush y la llevó a lo largo de todo su mandato
entregando cifras abrumadoras: en Afganistán la invasión estadounidense entre 2001 y 2014 dejó más de 150 mil muertos (entre civiles y militares afganos), 162 mil heridos y 1.2 millones de desplazados, según datos de Amnistía
Internacional.
En Afganistán la invasión estadounidense entre 2001 y 2014 dejó más de 150 mil muertos,162 mil heridos y 1.2 millones de desplazados (Foto: Especial) |
Gran lustre le dio a la gestión
de Obama la supuesta captura y ejecución de Osama Bin Laden en 2011, pero ni el
júbilo por caída del supuesto autor intelectual de los atentados del 9 de
septiembre de 2011 puede borrar el caos que dejó la presencia estadounidense en
Afganistán.
En 2010 la página WikiLeaks publicó los Registros
de la Guerra de Irak, 391 mil 832 documentos del Departamento de Defensa de
EU sobre la guerra de Irak y su ocupación entre el jueves 1 de enero de 2004 y
el jueves 31 de diciembre de 2009, en los que se revelan, entre otros asuntos,
el uso sistemático de torturas y asesinato de civiles. La soldado Chelsea
Manning, que filtró numerosos cables diplomáticos de diversas embajadas
estadounidenses y el video del ejército conocido como Collateral Murder ('asesinato colateral'), fue encarcelada durante
el mandato de Obama por supuestamente ser la responsable de ventilar los
documentos clasificados.
El presidente saliente incumplió
su promesa de cerrar la cárcel de Guantánamo, donde las autoridades estadounidenses
desde 2002 han confinado a los acusados de terrorismo, la mayoría de ellos
detenidos en Afganistán durante la invasión de este país. En Guantánamo se
documentaron actos de tortura contra los reclusos.
Obama incumplió su promesa de cerrar la prisión de Guantánamo, donde se ejecutaron torturas a prisioneros de guerra. (Foto: Especial) |
Obama no sólo heredó conflictos
de Bush, también inició los suyos. Libia y Siria pasarán a la historia como su
legado de caos y terror en Medio Oriente.
Libia solía ser el país más desarrollado de África, rico en petróleo y gas, fue el máximo polo de
desarrollo de la región hasta que la coalición de Francia,
Inglaterra y Estados Unidos derrocaron al gobierno de Muamar el Gadafi. Más de 50 mil muertos, medio millón de desplazados internos y otro medio millón de refugiados hacia Europa fue el saldo de la intervención de la OTAN en Libia. Para 2015, Libia tenía ciudades enteras devastadas y su petróleo acechado por las grandes compañías multinacionales.
Libia solía ser el país más desarrollado de África hasta la intervención de la OTAN. (Foto: Especial) |
Hasta 2011, Siria era una nación en paz y próspera en muchos sentidos. Rico en gas y petróleo y ubicado en una posición geográfica estratégica para el
flujo de combustibles hacia Europa, Siria era conocida por ser uno de los
países más desarrollados de la zona y prácticamente el único Estado laico de la
región que además era muy tolerante con otras religiones a parte del Islam.
Hasta 2011, Siria era una nación en paz y próspera en muchos sentidos. (Fotos: Especial) |
El
caos vino cuando Estados Unidos y sus aliados europeos y árabes comenzaron a
tratar de derribar al gobierno sirio porque éste no se plegaba a sus intereses.
Arribaron entonces grupos armados desde varios países de la región que se hicieron pasar como una insurrección del pueblo sirio contra el presidente Bashar Al-Assad.
El caos vino cuando Estados Unidos y sus aliados europeos y árabes comenzaron a tratar de derribar al gobierno sirio porque éste no se plegaba a sus intereses (Foto: Especial) |
Igual que como hicieron en Afganistán en los 1980,
la misma secretaria de Estado, Hillary Clinton, reconoció que EU proveyó armas a rebeldes en Siria que terminaron en el Estado Islámico (ISIS).
Se ha descubierto que elementos del ISIS portan sofisticadas armas estadounidenses.
Un audio divulgado recientemente
por Wikileaks documenta una conversación de unos 40 minutos en la que el
secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, sucesor de Clinton, tuvo
con líderes de la oposición siria durante la Asamblea General de las Naciones
Unidas. Según el audio, para la administración de Obama, permitir el crecimiento de los terroristas de ISIS serviría al objetivo de la Casa Blanca de destronar a Al Assad. De las palabras de Kerry se desprende que el objetivo de las autoridades de EU era que ISIS ayudara en los planes del gobierno de Obama para cambiar el régimen. En ese proceso, darle fuerza a combatientes yihadistas y a sus aliados era clave. Kerry reconoce que la intervención de Rusia en la dinámica dificultó
la estrategia estadounidense.
A Siria arribaron grupos armados desde varios países de la región que se hicieron pasar como una insurrección del pueblo sirio contra el presidente Bashar Al-Assad. (Foto: Especial) |
La Fuerza Aérea de EU ha bombardeado diversos objetivos en Siria sin mucho éxito, incluso han cometido inexplicables errores para un ejército de su experiencia y tecnología, como el de bombardear hospitales, sacrificando vidas de civiles. A mediados de septiembre de 2016, la Fuerza Aérea estadounidense bombardeó posiciones del Ejército Sirio que luchaba contra los yihadistas, dejando 80 militares sirios muertos y más de cien heridos; EU trató de culpar a Ruisa del ataque, pero Rusia corroboró con sus satélites que se trataba de dos aviones F-16 y dos А-10 estadounidenses que entraron al espacio aéreo de Siria desde la frontera con Irak y realizaron sus ataques cuando las fuerzas sirias se encontraban en una operación contra ISIS.
A lo largo de la guerra en Siria se han capturado docenas de oficiales de la OTAN y sus satélites en posiciones de ISIS. Efectivos de Estados Unidos, Francia, Reino Unido, Israel, Qatar,
Arabia Saudita y otros países han sido detenidos en compañía de yihadistas.
Mientras EU enarbola la bandera
de la lucha contra el terrorismo al tiempo que lo patrocina, fue la coalición
militar de Siria, Rusia e Irán la que liberó a la ciudad de Alepo y a gran
parte del país de la ocupación terrorista de ISIS, lo que ha significado una
derrota en la estrategia de EU en Medio Oriente, donde procura mantener el caos
perpetuo y sembrar gobiernos a modo de los intereses norteamericanos.
Desde el inicio del conflicto en Siria en 2011, se estima que han habido casi medio millón de muertos, entre combatientes y civiles, y casi 2 millones de heridos. A principios de 2016, la cifra de refugiados llegó en torno a los 5 millones, lo
que convierte esta huida en uno de los mayores éxodos de la historia reciente,
puesto que corresponde casi al 25% de la población total de Siria, cifras que no se veían desde la Segunda Guerra Mundial.
(Foto: Manu Brabo/Associated Press/Reuters) |
Desde el inicio del conflicto en Siria en 2011, se estima que han habido casi medio millón de muertos, entre combatientes y civiles, y casi 2 millones de heridos. A principios de 2016, la cifra de refugiados llegó en torno a los 5 millones.
(Fotos: Especial)
La gran ola migratoria que ha
llegado a Europa en los últimos años se debe sin duda al caos que Estados
Unidos y sus mismos aliados europeos han generado en el norte de África y el
Medio Oriente, millones de personas huyendo del terror instaurado. Durante los 10 primeros meses de 2016, al menos 3 mil 740 migrantes y refugiados murieron en la travesía, cifra que ya superó el total registrado en 2015 de 3 mil 771.
El Mar Mediterráneo se ha convertido en un inmenso camposanto.
Con Obama, EU mantuvo su apoyo
irrestricto a Israel, armando al sionismo expansionista en su ocupación ilegal
del territorio palestino. En 2014, cuando el conflicto estaba en uno de sus puntos más álgidos, la UNICEF reportó que más de 469 niños en la Franja de Gaza habían sido asesinados por ataques aéreos de Israel en el brote de violencia de finales de agosto ese año. Más de 2 mil 900 niños habían sufrido
lesiones y más de 50 mil se quedaron sin hogar.
Con Obama, EU mantuvo su apoyo irrestricto a Israel, armando al sionismo expansionista en su ocupación ilegal del territorio palestino. (Fotos: Especial) |
Obama aumentó considerablemente
el uso de drones respecto al gobierno de Bush, como en Yemen, Paquistán
y Somailia, donde bombardeó diversos objetivos, inquietando a organizaciones
defensoras de derechos humanos. El gobierno de Obama reconoció 473 ataques
selectivos "fuera de áreas con hostilidades activas" entre el 20 de
enero de 2009, cuando Obama asumió el poder, y el 31 de diciembre de 2015. Esos ataques provocaron entre 2 mil 372 y 2 mil 581 muertes de "combatientes" y entre 64 y 116 muertes de "no combatientes" (civiles), definidos por la inteligencia estadounidense como
"individuos que no pueden ser el objetivo de ataques bajo la ley
internacional".
El gobierno de Obama reconoció 473 ataques selectivos con drones "fuera de áreas con hostilidades activas". (Foto: Especial) |
Las cifras oficiales indican
además que entre 2 mil 372 y 2 mil 581 "combatientes"
estadounidenses murieron por los 473
ataques conducidos por la CIA y militares en países donde EU no está en guerra
directa, como Pakistán o Somalia.
En 2015, el ejército estadounidense lanzó 23 mil 144 bombas en países de Medio Oriente. Para despedirse en 2016, el último año de gobierno de Obama, EU lanzó 26 mil 171 bombas en siete países, según un
informe del Consejo de Relaciones Exteriores, una organización estadounidense
especializada en política exterior. Siria, Irak, Afganistán, Libia, Yemen,
Somalia y Pakistán fueron los blancos de las bombas estadounidenses.
(Fotos: Especial) |
En los hechos, el carismático
Barack Obama no cambió el rumbo de los Estados Unidos. Fue sólo un movimiento cosmético
para un sistema cansado que buscaba recuperar el beneplácito del pueblo sin
hacer modificaciones de fondo.
Obama fue un standupero
que a todos hacía reír con sus bromas mientras los multimillonarios se seguían
llenando los bolsillos y las bombas seguían cayendo en Medio Oriente. El
clásico truco liberal de ofrecer una fachada encantadora para distraer a todos
mientras la supraestructura sigue intacta, la cara amable para un sistema depredador. Obama se va y el cambio nunca fue.
(Imagen: Especial) |