@escupeletras
Hoy se realizará una marcha en las ciudades más grandes del
país para protestar contra Donald Trump y su política de racismo contra México.
Desde su lanzamiento fue claro que había convocantes que forman parte de la
oligarquía nacional, aprovechándose de la coyuntura para llevar agua a su
molino.
A pesar que se enfatizó en el carácter apartidista e
independiente de la movilización, desde posiciones y personajes del partido en
el gobierno y sus satélites se ha incentivado la participación. Pareciera que
se busca lavar la cara del peñismo por su patética actuación ante Trump y
desviar la atención de la crisis política que atraviesa el gobierno federal
tras el impacto de alza en los precios de los combustibles y el fracaso de las
reformas estructurales. Desde los noticieros de Televisa se ha invitado a
participar, el presidente nacional del PRI, Enrique Ochoa, salió ayer a
respaldar la marcha, lo mismo el presidente Enrique Peña Nieto.
Es cierto que hay gente valiosa, organizaciones y
movimientos sociales independientes que se unirán a la marcha por razones justas, porque ante un enemigo común del tamaño de Trump hay que
movilizarse y ojalá tengan éxito y cumplan sus objetivos, pero hay otros personajes en la primera fila como para
desconfiar.
Claudio X. González, presidente de Mexicanos Primero, ex
integrante del consejo de Televisa he hijo del ex presidente del Consejo de
Administración de la papelera Kimbely Clark en México, es bien conocido por su
postura contra las marchas, principal impulsor de la guerra mediática contra el
magisterio nacional y a favor de la privatización de la educación. Enrique
Krauze y Héctor Aguilar Camín, fieles escuderos del priismo neoliberal,
intelectuales orgánicos del sistema, siempre críticos de las administraciones
del pasado y pasivos eternos frente a las del presente. Isabel Miranda de
Wallace, cercana al peñismo, excandidata del PAN y creyente de que las marchas
deben ser dispersadas por la policía a chorros de agua. Éstos son algunos de
los nombres que hoy convocan a “vibrar por México”. No gracias.
¿Dónde estuvieron éstos y otros de los convocantes durante
los grandes momentos de agravio que el pueblo mexicano ha vivido por parte de
su propio gobierno en las últimas décadas? No movieron un dedo en Acteal, en el
fraude de 2006, ni por los cientos de miles de muertos de los últimos dos
sexenios, ni por Ayotiznapa, ni por Nochixtlán, ni por las reformas
privatizadoras, ni por la crisis económica. ¿Dónde carajos estaban? Estaban
desde sus trincheras desacreditando a los movimientos de resistencia en todo el
país.
Hoy que ven sus posiciones en riesgo frente al embate de
Trump, reaccionan y piden la ayuda de la gente a la que siempre le han dado la
espalda. No marchan por México, marchan por “su” México. No marchan por la
justicia ni por el fin del racismo trumpista, sino porque temen que los efectos
de sus políticas pongan en riesgo sus privilegios, porque tienen miedo de que
termine el modelo socioeconómico que ayudaron a construir de este lado de la
frontera siendo una élite migajera del liberalismo norteamericano. Se
acostumbraron a someterse a los designios de EU y ahora que EU los bloquea no
saben cómo hacer para restaurar la normalidad de la antigua sumisión, la subordinación
“bonita”, la dominación maquillada, la que no es tan racista y es políticamente
correcta ante personajes como Barack Obama o Hillary Clinton. No quieren un
cambio real que rompa las desigualdades rampantes del país y las cadenas de
dominación norteamericana, sólo no quieren que todo siga igual que antes de
Trump.
Los que siempre han despreciado a las marchas hoy piden al
pueblo que marche con ellos, con la “gente bonita” y perfumada. Hoy los nice
salen a marchar, pero ellos no son “chairos”, “nacos”, “ardidos”, “frustrados”,
no; ellos son los excepcionales, por eso van de blanco y lo hacen
con “respeto”, sin groserías ni las “salvajadas” típicas de la “prole”. Ellos son
la “gente bien” que viene a “salvar” al país.
Disculpen, pero no, gracias.
PD: Hey, marcha #VibraMéxico, mejor “pónganse a trabajar”,
que el “cambio está en uno mismo”.
PD 2: El monero Hernández hizo un interesante ejercicio dibujando a Claudio X. González con una pancarta en blanco para que la gente le pusiera una consigna a la altura de su perfil, aquí algunos de los mejores resultados:
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