Visiblemente molesto, el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco Coello, abofeteó a un asistente en un evento público. (FOTO: Especial) |
@escpeletras
1.-
Dicen que la calidad moral de una persona en el poder se puede medir por cómo
trata a sus subalternos. Con la bofetada a su asistente, el gobernador Manuel
Velasco Coello deja muy claro qué clase de gobernante es.
2.-
No es sólo una cachetada, es una clara manifestación de la cultura priista,
ahora vestida de verde, del despotismo cotidiano, del desprecio por el
oprimido, que casi siempre permanece oculta en la privacidad de las oficinas de
gobierno, pero ahora fue captada en video y difundida con el poder de las redes
sociales.
3.-
Si eso hace en público cuando piensa que no lo ven, qué hará Velasco en
privado. Si eso hace cuando tiene a la mano a alguien que no puede defenderse,
qué tanto hace con las riendas del gobierno en la mano.
4.-
Como la mejilla de su asistente, aplastada quedó la patética aspiración
presidencial de Velasco. Ironías del poder: tanto dinero público malgastado en
una campaña nacional para hacerse de una imagen divina para que la tumbara en
un instante al ser captado mostrándose tal como es, abusador, déspota y
prepotente.
Millonadas ha malgastado Velasco un una campaña fuera de Chiapas para hacerse de una imagen divina que ahora tumbó en un instante al mostrase tal como es. (FOTOS: ESPECIAL) |
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De poco o nada sirve una disculpa hipócrita montada de último minuto obligada por el escándalo. Tuvieron que pasar 40 días de la agresión
para que surgiera un muy forzado 'usted disculpe' por este "incidente accidental". Velasco se vio
orillado a excusarse por la avalancha de críticas en las redes sociales, pero
sigue siendo igual de infame. Si el video no sale a la luz, no habría disculpa
y todo seguiría igual.
7.-
Ni siquiera tenemos la seguridad de que ese joven que salió en el montaje de
disculpa sea en realidad el de la bofetada, pues nunca se vio su rostro en el
video, pudo ser cualquier persona que improvisaron para el teatro.
8.-
Y por la noche, ni tardo ni perezoso, Joaquín López Dóriga salió al rescate del
mirrey chiapaneco. Hasta el final de la emisión, con un par de minutos
asignados a la información, el conductor del noticiario nocturno del Canal 2 le
dio un final feliz de telenovela al indignante abuso: después del video de la
bofetada, pasa inmediatamente el montaje de la disculpa en una clara apología
de la prepotencia de Velasco, entre risas “le pedían otra bofetada”, dijo López
Dóriga minimizando el hecho. Ah, pero no hubiera sido un personaje contrapuesto
a Televisa porque se le hubiera ido el noticiario entero criticando la bofetada.
9.-
No es la primera vez que Velasco hace gala de su megalomanía, prepotencia y
despotismo; entre otras, destaca la ocasión en la que fue cargado por un grupo
de indígenas como un faraón imperial. Si alguien aún lo ve como una opción
electoral, pues ya será más bien masoquismo.
(FOTO: Especial) |
10.-
Cuántos gobernadores, diputados, senadores presidentes municipales, demás
servidores públicos y empresarios tienen la misma forma de actuar. Cuántos
abusos como éste y mucho peores no quedan registrados en video. El horror.
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