lunes, 3 de junio de 2024

Pensamientos al aire sobre la elección 2024




IMAGEN: ESPECIAL

por @escupeletras


-Claudia Sheinbaum Pardo se convertirá en la primera presidenta de México... y será de izquierda. También será la primera presidenta entre los países de Norteamérica, antes que Estados Unidos y Canadá. Histórico.

-AMLO tuvo poco más del 53% de los votos (mas de 30 millones), Claudia alrededor de 60% (cerca de 35 millones de votos). Sin duda es un referendo del rumbo que la mayoría decidió en 2018, un triunfo contundente e inobjetable. Esto es un voto de confianza para la Cuarta Transformación, y por eso mismo una enorme responsabilidad. Claudia tiene que mantenerse en la misma línea, leal a sus banderas y a las bases ideológicas de la 4T, profundizar la transformación, pero tiene que ser más rápida y efectiva en su gestión, porque no se le tendrá tanta paciencia y su margen político de maniobra será más reducido que el de AMLO.
-El PRIAN, aliados y simpatizantes no han podido procesar ni descifrar el camión que les pasó por encima en 2018 y ya tienen que lidiar con otra derrota que los tendrá rabiosos otro sexenio. La oposición tuvo 6 años para salirse de su burbuja y su autoengaño, construir un proyecto y presentarse a la elección aunque sea con una mínima propuesta política en mano, pero se la pasaron haciendo bilis y tirando odio. Su única propuesta fue simplemente estar en contra de AMLO y decir que no a todo lo que proponía. Así no se puede ganar una contienda electoral. Ya se vio que sin estar en el gobierno y sin controlar el presupuesto, el PRIAN no sabe ganar elecciones.
Mientras la 4T construía cuatro megaproyectos (AIFA, Refinería Dos Bocas, Tren Maya y Tren Interoceánico, que el PRIAN no supo hacer en 40 años), sacaba de la pobreza a más de 5 millones de personas, reduciéndola a mínimos históricos, incrementaba el poder adquisitivo general, reducía la brecha social y recuperaba poco a poco la soberanía energética (todo esto en medio de una crisis económica global por el coronavirus, el proceso inflacionario mundial y otros factores), la oposición perdía una eleccion tras otra, porque lo único que ofrecían era odio, racismo, clasismo y miedo, con las mismas estrategias y cantaletas que han usado desde hace 20 años en contra de AMLO. Nunca se dieron cuenta que México no es la colonia en la que viven y que ya no estamos en 2006. La ciudadanía está más enterada y politizada, tiene más opciones para informarse y ya no cree en los medios tradicionales que por décadas le mintieron.
-A propósito de lo anterior, no estaría mal que los medios tradicionales que atacaban gratuitamente a AMLO un día sí y el otro también se preguntaran por qué esta campaña permanente de odio y mentiras no hizo mella en la elección. Sus campañas negras fallaron estrepitosamente. No les vendría mal un ejercicio de autocrítica. Y a sus patrocinadores tampoco les vendría mal preguntarse por qué demonios pagan tanto dinero a unos medios y comunicadores que ya no tienen la capacidad de influir en la gente.
-Destacar que el día de la elección se llevó a cabo en calma, sin incidencias mayores. Además llamó mi atención que no vi ni en redes sociales ni en medios tradicionales denuncias o reportes de compra de votos, cosa muy muy común, por ejemplo, en las elecciones de 2012, cuando hasta tinacos regalaban.
-El PAN y Xóchitl decían que si votaba más del 60%, ganaban, resulta que no. La participación se estima alrededor del 60% y perdieron por 30 puntos. En la CDMX, la participación fue de alrededor del 70%, y aun así, Clara Brugada resultó ganadora.
-Xóchitl Gálvez resultó ser una pésima candidata. Un personaje que se contradecía cada 5 minutos, que cometía un error tras otro, que no era capaz de hilar una idea coherente por sí misma. La pusieron ahí por su estilo desenfadado y como contrapeso al perfil de AMLO, pero un chisotorete por aquí y una ocurrencia por allá no pudieron llenar la falta absoluta de sustancia. Xóchitl tuvo menos votos que el PRI, el PRD y el PAN sumados en 2018. La alianza que construyó Claudio X. González fue un rotundo fracaso, lo perdió todo.
Terminó la elección y nunca nos enteramos qué proponían ni supimos cuál era el proyecto de nación de la oposición.
Para colmo, a Xóchitl le tocó cargar con los negativos del PRIAN. Alito y Marko la usaron: mientras ella se va por la puerta de atrás con una aplastante derrota, ellos se quedan cómodos en sus pluris.

-En contraste, Claudia Sheinbaum siempre se mostró como una profesional de la política, una candidata con conocimiento de causa, muy preparada y con dominio de sus temas, segura de sus dichos, serena, sin caer en provocaciones y en sintonía con la 4T, garante de continuidad. En una palabra, se proyectó presidenciable.
-Aunque llega tarde, al rededor de las 1:00 hrs. ya del lunes, el mensaje de Xóchitl fue el mejor de toda su campaña. Al menos pudo cerrar dignamente.
-Contra todo pronóstico, es probable que Morena, PT y PVEM sí logren el ansiado "Plan C". Según los datos del conteo rápido del INE, es casi seguro que la coalición logre la mayoría calificada en la cámara de diputados, para la cual se requieren dos tercios, 334 de 500 representantes. Inlcuso con la proyeccion baja está al alcance, pues se estima que tendrán un mínimo de 346 y un máximo de 386 diputados. En el senado, la moneda está en el aire, pues la mayoria calificada se sitúa en 85 de 128 representantes, en la cámara alta la alianza tendría un mínimo de 76 y un máximo de 88. En caso de lograr ambas mayorías calificadas, Morena y aliados podrían hacer reformas constitucionales sin apoyo alguno de la oposición.
-En esta elección las encuestas volvieron a dar mucho de qué hablar. Mientras que las previsiones de Enkoll, De las Heras-Demotecnia, Covarrubias & Asociados, Reforma y El Financiero se situaron cerca de los resultados finales (en su mayoría subestimando ligeramente a Claudia y sobreestimando ligeramente a Xóchitl), pueden considerarse aún ejercicios confiables, otras como Massive Caller y México Elige fueron un desastre total, errando hasta en el ganador (¡Massive Caller aún ayer por la tarde dio como ganadora a Xóchitl!), desprestigiando al gremio entero y confirmando que éstas en particular no son ni de lejos un ejercicio estadístico serio, más bien un negocio. No estaría de más mayor regulación de estos ejercicios por parte del INE.
-Hay que destacar la solvencia política de Morena y aliados, que en menos de 6 años lograron construir una hegemonía. Antes de las elecciones de 2018, Morena era una fuerza marginal que no gobernaba ningún estado y sólo tenía algunos ayuntamientos y diputados. Para 2024, Morena y aliados retendrán el gobierno federal, tendrán la mayoría absoluta y probablemente la calificada en ambas cámaras y gobernarán en 23 estados de 32. AMLO se va fuerte e invicto.
-El PRI pinta para ser un satélite del PAN. Estamos ante el ocaso definitivo del otrora partido todopoderoso. Enhorabuena.
-El PRD está a nada de perder el registro, ojalá así sea.
-A pesar de su aparente fracaso, Movimiento Ciudadano se perfila como tercera o cuarta fuerza, colocándose como un partido con poder de negociación que puede inclinar la balanza en las cámaras. Si juega bien sus cartas, a futuro podría incluso desplazar al PAN como principal oposición.
-Con López Obrador fuera del panorama político, la 4T tendrá que aprender a ganar elecciones sin el "Efecto AMLO". Morena y aliados deben ser conscientes que esta aplastante victoria no es un cheque en blanco, que sin el infalible soporte de su figura fundadora están obligados a sostenerse con resultados y siendo leales a las líneas de 4T. Fue la última elección que ganaron con la camiseta. Los chapulines, oportunistas e impresentables que sin convicción, pero con mucho interés, se subieron al tren de Morena deben saber que ésta fue la última elección que ganan sin mover un dedo, que si le fallan al pueblo difícilmente podrán sostenerse y que los traidores pagarán con el exilio.

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